24 de marzo de 2019

PODÉIS MARCHAROS. CUENTOS Y SABIDURÍA DEL ERMITAÑO


ALGUNOS APOTEGMAS DE LOS PADRES DEL DESIERTO:



Los ancianos decían: No hay que hacer jamás ninguna concesión a los pensamientos.
Porque a través de los pensamientos descontrolados, entran las insinuaciones del demonio y todo tipo de maldad, disensiones y juicios en contra de los hermanos. 


Roly Polanco Santana 

La raíz de todo pecado y maldad proviene de no saberse observar, de no saber de dónde provienen las tentaciones y pensamientos. 

Entonces es que el alma atribulada se dispersa y deja las oraciones, se aparta de la liturgia y la comunión con la divinidad. Pero todo parte de una pequeña chispa de pensamiento, de una sugerencia hacia la disipación, hacia la distracción. 
Y la pereza es un síntoma de esto que estoy hablando. 

Preguntaron a un anciano: "¿Por qué tengo miedo cuando voy al desierto?". Y respondió: "Porque vives todavía".

Hay que morir al hombre viejo, esto es, al ego engañado por la apariencia del desierto. 

Resulta interesante que el desierto justamente es un lugar de soledad absoluta. (La palabra desierto es de origen latín desertus que significa “abandonado”.) 

No está lleno de los artilugios, cosas y objetos como los hay en la ciudad. Pero cuando te decides a entrar en ti mismo, centrarte en tu corazón y a centrarte en tu tesoro interno, es cuando precisamente, te invaden los terrores y las propuestas más diversas para que desertes de la idea. 


Porque nuestro enemigo común, el demonio, "como león rugiente", ronda esos sitios, sabe que perderá un alma y no solamente eso, sino que esa persona servirá de luz y guía para otros que también abandonarán con su ejemplo, los caminos de la oscuridad.

PODÉIS MARCHAROS 

El discípulo: -"Maestro ¿a qué le debo tener más miedo?
El maestro:-A tu ego que le tiene miedo a la vida, porque la vida en estos planos siempre será un misterio, es imprevisible. Tiene miedo a ese lugar donde él no está; porque sencillamente el ego no es y no reconoce lo divino. Lo que Es no tiene donde reposar su cabeza.

-"El ego quiere llegar, quiere conquistar intelectualmente metas y estados de la materia, pero todo ello son ilusiones y conceptos de felicidad, por eso, te impacientas, no encuentras y te violentas, pero la conciencia ya Es en aquello que Es".



Cierto día unos discípulos de Jesús le preguntaron a S. Juan Bautista con ansiedad, dónde estaba la verdad y el maestro (mesías) que deberían esperar para que los liberara.
El bautistas les dijo:

-"Verdaderamente, Jesús es el gran sabio y maestro que necesitamos y debíamos esperar, pero si la verdad y la vida no la habéis encontrado allí, no la encontraréis aquí, así que podéis marcharos".

(Podéis compartir estas reflexiones, siempre que se respete el derecho de autor)

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